21 Jul LacianArt muestra en la Casona de Sierra Pambley la exposición más íntima y personal sobre Eduardo Arroyo
De sus veranos en Robles de Laciana quedan en el recuerdo aquellos famosos conciertos con figuras de primer orden como la pianista Rosa Torres-Pardo o el tenor Enrique Viana como protagonistas. Encuentros musicales que durante diecisiete años él mismo organizó -hasta 2014-.
De su amor por Robles, su ya eterno paraíso mágico dónde descansa, queda aquella casa familiar, que adquirió en los años noventa y que convirtió en su refugio personal y epicentro de una intensa actividad cultural. Quedan las raíces de su familia materna y también su infancia.
Queda su obsesiva pregunta sobre cuándo pintaría su último cuadro y sobre la curiosidad que le causaba la muerte. Quedan las moscas, convertidas en símbolo y seña de identidad de su obra. Aquellas moscas que llenaban la casa de Robles y que su abuela mataba con una paleta, Arroyo se encargó de hacerlas protagonistas de gran parte de su legado artístico.
Queda su pasión por la literatura, que ocupó un lugar preferente en su arte. Eduardo siempre estaba rodeado de libros. Y queda su taller artístico.
¿Cómo ser Eduardo Arroyo?
Pintor, escultor, escritor, dibujante… Nada se le resistía a Eduardo Arroyo (1937-1918). Expuso en las salas más importantes, recibió numerosas distinciones y fue un referente del arte español. Más reconocido fuera de la comarca que dentro. Pero… ¿quién era Eduardo Arroyo?. ¿Cuáles eran sus luces y sus sombras?.
A estas preguntas responde la exposición que LacianArt -con el apoyo de la Fundación Sierra Pambley, la fundación Juan Entrecanales de Azcárate, la Ciuden, la empresa La Prohida y el Ayuntamiento de Villablino- ha inaugurado este mismo viernes en la Casona de Sierra Pambley y que permanecerá abierta al público hasta el 31 de agosto de miércoles a domingo en horario de 12:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas.
‘¿Cómo ser Eduardo Arroyo?’ es el título de la muestra que tiene su propia ‘hada madrina’, que no es otra que la viuda del homenajeado, Isabel Azcárate, quien ha puesto a disposición de la organización las obras que acoge esta exposición.
Azcárate, muy emocionada, reconoció que se trata de una “muestra íntima, muy ligada a Eduardo y a su pasión por Laciana, muy personal”. Tal fue su amor por la comarca que, según ha confesado su viuda, “era pasar el puente Fernández Casado y ya le cambiaba el humor. El mejor lugar para él, donde pasar el final de su vida, fue Robles de Laciana“.
¿Cómo surge la exposición?
Y LacianArt hizo magia. Fue María del Roxo quien, en nombre del colectivo cultural, tomó la palabra durante la inauguración, para explicar que, el año pasado, Isabel Azcárate visitó la exposición colectiva de los artistas lacianiegos y vinculados a la comarca. “Cuando crees en las cosas al final acaban sucediendo. Anay Marín, Silvia Gándara y yo tuvimos la desfachatez de proponerle una idea: hacer una exposición en homenaje a su marido, e Isabel se mostró entusiasmada con el proyecto”, confesó del Roxo.
Fuente:
www.lacianadigital.com
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